Extremadura, autenticidad que encandila al viajero
El incremento de viajeros en la región es el reflejo de una oferta diversificada y de alta calidad que invita a disfrutar del entorno sin prisas, disfrutando cada segundo de la naturaleza el patrimonio único y la cercanía de sus gentes.
Extremadura conquista con su rica historia, sus paisajes de ensueño y una gastronomía sin igual. ¿La clave de su éxito? La apuesta por la calidad, la sostenibilidad, el respeto a las raíces y la mirada puesta en el futuro.
En los últimos años, Extremadura ha experimentado un incremento más que notable en el número de visitantes, que ronda ya los dos millones anuales. Este auge es, ante todo, reflejo de una oferta diversificada y de alta calidad, que redunda no solo en la satisfacción del viajero, sino en la economía local. La consigna es viajar sin prisas, disfrutando cada segundo de una naturaleza y un patrimonio que tal vez podamos sintetizar en unas pocas líneas, pero que hay que vivir en cuerpo y alma hasta hacerlo nuestro.
En el casco histórico de Cáceres, reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO, el visitante se sumerge en una atmósfera medieval y renacentista: plazas empedradas, palacios y torres conforman un museo al aire libre en el que el pasado parece adueñarse del presente.
Mérida despliega un impresionante legado romano, que también le ha llevado a ostentar la distinción de Patrimonio Mundial por la UNESCO.Su teatro, escenario del prestigioso Festival Internacional de Teatro Clásico, sus acueductos y templos son testimonio de una civilización que floreció hace más de dos milenios. Además, el Museo Nacional de Arte Romano, diseñado por Rafael Moneo, permite a los visitantes ensamblar el pasado con el presente a través de su innovadora arquitectura.