El próximo mes de marzo, un equipo de aventureros españoles, entre los que se encuentra el pacense José Trejo, participarán en una de las travesías más desafiantes y legendarias del planeta: la expedición polar ‘Mar de Hielo 2025’. 

La expedición, que completan el murciano Francisco Mira y el gallego Sechu López, seguirá los pasos de los grandes exploradores históricos a lo largo del mítico Paso del Noroeste en el corazón del Ártico canadiense, una ruta que durante siglos fue la obsesión de naciones y aventureros.

A lo largo de 800 kilómetros de terreno helado, el equipo avanzará esquiando y arrastrando trineos cargados (120 kilos por persona) con todo lo necesario para sobrevivir durante 42 días. Desde Resolute Bay hasta Gjoa Haven, atravesarán mares congelados, desafiarán temperaturas extremas, entre -30 y -50 grados, y se enfrentarán al hielo implacable, el aislamiento absoluto y la presencia del depredador más letal del Ártico, como es el oso polar.

La travesía, ha sido presentada en el Paraninfo del Palacio Provincial, ya que la Diputación de Badajoz colabora con esta expedición haciendo una aportación de 15.000 euros.

Miguel Ángel Gallardo ha reconocido al propio José Trejo que será un “orgullo” para la Diputación de Badajoz acompañarle en esta aventura: “Como persona inquieta, necesitas el riesgo de lo desconocido para descubrir con tus vivencias algo que no podemos vivir físicamente. Por eso, será un orgullo acompañarte, seremos un bastón más y cómplices de la aventura que representa esta expedición”.

Emilio Vázquez, de Fundación CB, que también colabora en esta aventura, ha valorado el trabajo de Trejo que “va buscando nuevos caminos y nuevas rutas para ofrecérselas a la humanidad”.

Por último, el propio José Trejo ha valorado muy positivamente “la compañía de la Diputación de Badajoz en este camino” y más en esta aventura en un lugar tan emblemático como el Ártico que, como ha dicho, “es el marcador del estado de salud del planeta, pues se calienta cuatro veces más que cualquier otra parte de la tierra”. Por tanto, Trejo considera que esta iniciativa, además de ser un reto deportivo tiene también un componente de “responsabilidad social”.

Trejo ha explicado que esta expedición se erige sobre cuatro pilares fundamentales. Por un lado, supone una épica histórica, pues tratará de revivir la búsqueda de una de las rutas más codiciadas por los grandes imperios, desde los pioneros españoles hasta los expedicionarios británicos y noruegos que finalmente lograron trazarla.

Supondrá un encuentro cultural, ya que convivirán con la comunidad inuit, guardianes del Ártico, y aprenderán sus milenarias técnicas de supervivencia y tendrá su parte de sensibilización medioambiental, ya que tras la expedición documentarán el impacto del cambio climático en una de las regiones más frágiles y remotas del planeta.

Y todo ello en un entorno de reto extremo, pues esta travesía no solo es un tributo a los grandes exploradores del pasado, sino también una prueba física y mental sin precedentes, comparada a escalar las montañas más altas o cruzar los desiertos más vastos.