Almaraz, crisol de culturas entre el puente, el tabaco y la nuclear
El municipio de Almaraz es un crisol de culturas en el que se fusionan las influencias árabes, judías y cristianas.
El municipio de Almaraz, situado en el noroeste de la provincia de Cáceres en la Alta Extremadura, es un crisol de culturas en el que se fusionan las influencias árabes, judías y cristianas, que han dejado un legado arquitectónico y cultural que perdura hasta nuestros días. Decir su nombre es invocar su industria paleolítica, su pasado romano, el Camino Real de Extremadura, el puente de su nombre como paso obligado en la historia, la economía del tabaco como motor del comercio¸ el embalse de Valdecañas, primer aprovechamiento integral del río Tajo; los cambios en la agricultura, la urbanización y, sobre todo, la planta de energía nuclear, que tanto ha influido en su demografía.
El cronista oficial de Trujillo y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, José Antonio Ramos Rubio, ofrece en su nueva obra “Almaraz. Patrimonio histórico-artístico y arqueológico. Su territorio”, un paseo por su fascinante historia, tejida con los hilos del tiempo y las huellas de civilizaciones pasadas, que dejaron un legado arquitectónico y cultural que perdura hasta nuestros días, “un homenaje a la identidad única del pueblo y a las personas que la han moldeado a lo largo de los siglos”, según señala su alcalde, Juan Antonio Díaz Agraz, en el prólogo.
Aunque el territorio de Almaraz no es muy conocido por sus yacimientos arqueológicos, tiene algunos lugares de interés en comparación con otras regiones de España, estudiados por los profesores Cerrillo Cuenca, Quijada González y González Cordero. El Museo Arqueológico de Navalmoral, en la Fundación Concha, alberga numerosas piezas líticas correspondientes al Paleolítico y Neolítico, en su mayoría pertenecientes a los yacimientos del Campo Arañuelo: El Torreón y el Castillejo (Almaraz), Los Cerros (Navalmoral), Riberos (Belvís), cueva Cerro Jabalí (Valdecañas) o los asentamientos de la Edad del Cobre de Fuente del Agua (Almaraz), Milanillo (Valdecañas) y Borbollón y Los Cerros del Berrocal. A 9 kilómetros de Almaraz se encuentra uno de los yacimientos más importantes de la provincia: Canaleja, en Romangordo. Uno de los hallazgos más importantes ha sido La Cueva del Mingo, el Moro y la necrópolis que abarca desde el Torreón hasta la vía principal de Almaraz.
En el año 218 a. C. los romanos entran en Hispania. A medida que Roma consolidaba su domino sobre Hispania, comenzó un proceso de romanización, mediante el cual se introdujeron instituciones, leyes y costumbres romanas en la región. El territorio en el que enclava Almaraz sufrió un importante proceso de romanización. Los romanos trazaron la calzada que unía Mérida con Zaragoza, construyendo numerosas villas. A escasos 30 kilómetros de Almaraz se encuentra uno de los asentamientos más importantes de la Península: Talavera la Vieja (Augustóbriga), centro administrativo del territorio.
En la Alta Edad Media, cuando aún no estaban delimitadas las demarcaciones territoriales entre Romangordo y Almaraz, surgió un importante enclave musulmán: Medina Al-Balat o Al.Belat, citado en fuentes árabes. Esta población fortificada fue capital de una “cora” o provincia musulmana entre los siglos X y XI. Los geógrafos árabes mencionan Albalat como cabecera de comarca o de provincia, que subsistió hasta el siglo XII, siendo arrasada. Sophie Gilotte, doctora en Historia del Arte Islámico y académica correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, ha liderado todas las excavaciones realizadas en la Medina de Albalat.
En la Edad Media surgirán otros núcleos defensivos, o de incursiones militares hacia tierras cristianas cercanos a Almaraz. La primera carta de repoblación de Almaraz fue concedida por el rey Fernando III en 1220, primer documento que hace referencia al lugar. En 1180, sus tierras fueron ocupadas por el rey Alfonso VIII tras la fundación de Plasencia. El Campo Arañuelo aparece reconocido como tal a mediados del siglo XIII. La creación del Honrado Concejo de la Mesta de pastores por Alfonso X en 1273 impulsa la creación de las cañadas reales. Por Almaraz pasaba la Cañada Real Leonesa Occidental. El origen de la villa de Almaraz se encuentra en la repoblación, en el siglo XIV, por Blasco Gómez de Almaraz.
En el siglo XVII, Almaraz se convirtió en zona de paso de las tropas españolas en su guerra con Portugal, así como en la Guerra de la Independencia. Junto a Almaraz pasaba el Camino Real de Extremadura, un camino largo, serpentino y difícil, muy proclive para las emboscadas de los bandoleros, según los viajeros extranjeros. El Camino Real fue muy frecuentado por los viajeros, tropas militares y por la realeza.
Puentes como el de Almaraz fue paso obligado a lo largo de la Historia, como apuntan los viajeros españoles, franceses e ingleses, que pasaron por estas tierras. Incluso algunos se lamentan en sus escritos de la destrucción del arco del puente de Almaraz, en 1812, y la necesidad de cruzar el río en barca. En 1809, los franceses observaron la enorme importancia estratégica que tenía el puente, pero, sobre todo, el castillo de Miravete, que rehabilitaron, guareciéndole con 200 hombres para mantener las comunicaciones. En 1812 fue tomado por los ingleses, que le demolieron.
Durante las primeras décadas del siglo XX, Almaraz experimentó un crecimiento lento y gradual. Su producción de tabaco de alta calidad ha contribuido al desarrollo local, generando empleo en la agricultura, la manufacturación y la distribución. La industria del tabaco ha dado lugar a la creación de empresas dedicadas al procesamiento, secado y embalaje del producto e impulsar sectores como el transporte y la logística.
La central nuclear de Almaraz ha sido objeto de debate y controversia, como otras de todo el mundo. En 2019 se anunció un acuerdo para cerrar la central en 2027, tras casi cincuenta años de operación, aunque la fecha se ha modificado posteriormente.