Ver los vídeos de los interrogatorios en la instrucción del caso David Sánchez es adentrarse en el esperpento en el que España se está convirtiendo bajo el sanchismo. Impactante ha sido el testimonio del hermano del presidente del Gobierno, enchufado en una plaza artística, escénica y mutante en la Diputación de Badajoz, que el propio interesado no fue capaz de describir ni de ubicar. La indolencia de quien se cree impune. Total, al final del camino está el tío Cándido.

En México se le llamaría "paracaidista" como lo es también el funcionario de Moncloa que colocaron como ayudante, y que se dirigía a él como "querido hermanito". El desvergonzado nepotismo podría haber pasado inadvertido si David Sánchez se hubiera molestado en fichar, pero parecía más bien el fantasma de la ópera, y nunca mejor dicho.

Con todo, lo más preocupante ha sido el testimonio de los tres inspectores de Hacienda que exculparon al hermano del presidente del fraude fiscal del que también se le acusa, enviando a la juez un "informe" sin membrete, sin fecha y sin firma. El documento justifica que David Sánchez no pagara IRPF pese a tener "su centro de intereses económicos" en España (sueldo de Administración, ingresos inmobiliarios) y dando por buena su residencia en Portugal sin haber abierto siquiera un procedimiento de comprobación, a pesar de lo irregular del caso.

Los autores resultaron ser, curiosamente, tres cargos de libre designación a los que no compete redactar informes para tribunales. Clara Isabel Santos, delegada especial de la Agencia Tributaria en Badajoz; Encarnación Cabezas, inspectora regional, y Emilio Hurtado, jefe de gestión tributaria, han incurrido, según expertos, en responsabilidades penales, que llevan, obviamente, hasta la cúpula del Ministerio de Hacienda.

Los españoles ya no éramos iguales antes la ley, ahora tampoco ante el fisco. A la Agencia Tributaria se le critica por su agresividad y la indefensión del contribuyente, pero lo insoportable es que pueda ser, además, un foco de corrupción, de la mano (quemada) de la ministra María Jesús Montero, veterana marinera de aguas fétidas. Deudas aplazadas a empresas de la trama Koldo, presuntos sobornos a su gabinete, filtraciones políticas de información confidencial y, ahora, tratos de favor. No hay jueces suficientes para tanta basura.

Maite Rico es periodista, directora de La Lectura, revista cultural de El Mundo.