El Banco de España continúa con su proceso habitual de retirada de billetes y monedas en mal estado para garantizar la calidad del efectivo en circulación. 

Durante los primeros meses del año, aquellos billetes que presenten deterioro, contaminación o defectos de fabricación serán retirados y sustituidos, siempre que cumplan ciertos criterios.

Las personas que posean billetes dañados pueden acudir a su entidad financiera para cambiarlos, siempre que al menos la mitad del billete sea identificable o que la parte faltante haya sido destruida de manera comprobable. 

Se incluyen en este proceso billetes desgarrados, manchados o con inscripciones, que podrán ser canjeados por otros nuevos o ingresados en cuenta bancaria.

No obstante, hay excepciones. Los billetes dañados intencionadamente no serán admitidos y quedarán retenidos para evitar su recirculación. Asimismo, los billetes con manchas de tinta procedentes de dispositivos antirrobo podrían no ser reembolsados si la investigación determina su origen fraudulento.

En casos de billetes contaminados con sustancias peligrosas, las autoridades podrán requerir una evaluación sanitaria antes de proceder al cambio. Por otro lado, los billetes con errores de fabricación pueden ser reemplazados de inmediato en cualquier banco.

Pese al avance de los pagos digitales, el efectivo sigue siendo un método de pago clave en España. Según datos recientes, el 37% de las transacciones aún se realizan con dinero en metálico, lo que refleja su importancia en la vida cotidiana.