El legado artístico de Juan de Ribera en Cáceres
La pintura mural o al fresco en el siglo XVI en Cáceres es un aspecto artístico menos conocido en comparación con la arquitectura y la escultura de la época, pero que tuvo presencia en espacios religiosos y civiles, principalmente en iglesias, conventos y algunas edificaciones nobiliarias.
La pintura mural o al fresco en el siglo XVI en Cáceres es un aspecto artístico menos conocido en comparación con la arquitectura y la escultura de la época, pero que tuvo presencia en espacios religiosos y civiles, principalmente en iglesias, conventos y algunas edificaciones nobiliarias. La ciudad, de linajes altivos y casas solariegas de piedra firme, veía con cierto recelo la modernidad que venía desde Italia y Flandes; pero el arte silencioso y persistente, hallaba siempre su camino. Y, así, Juan de Ribera nos legó un panorama pictórico, en iglesias como las de Portaje, Mata de Alcántara, Torrejoncillo o Garrovillas de Alconétar, encontrando su mejor versión en la ermita de San Jorge.
Son escasas las noticias sobre la vida del pintor Juan de Ribera. Tomás Pulido apunta que “hacia 1560 teníamos en Cáceres un pintor llamado Juan de Ribera”. Casado con María Escobar, eran vecinos de Cáceres y feligrés de San Juan. Su mujer era hija de Diego Carrillo y de Francisca de Godoy, emparentado con Francisco de Godoy, indiano cacereño. Juan de Ribera poseía una vasta erudición bíblica que se reflejaba en su profundo conocimiento de las Escrituras y su capacidad para interpretarlas con agudeza teológica y reflejar los pasajes en sus escenas pictóricas, Además, estaba versado en los grabados que circulaban en su época.
El mayor repertorio de pintura mural de Juan de Ribera le encontramos en la dehesa “Los Mogollones”, a 12 kilómetros de la capital cacereña, en la conocida como ermita de San Jorge, patrón de Cáceres. La ermita de culto privado es de reducidas dimensiones. De las cuatro partes en que queda dividida por sus tres arcos, tres de ellas están cubiertas por agua mientras que la cuarta, formada por el coro, tiene su superficie frontal ocupada por frescos que representan escenas bíblicas. Los modelos de representación han sido tomados de los Evangelios Apócrifos (como es el caso de Santiago Peregrino), de modelos flamencos del siglo XV. Una de las escenas más impresionantes es la del Descendimiento, que tiene a la Virgen como tema central y el cuerpo ensangrentado de Cristo. Escasos restos quedan de otras escenas en la capilla, en cuyo centro está Dios Padre como señor del mundo.
En el siglo XV, Lorenzo de Ulloa ordena la construcción de un palacio en la zona más alta de Cáceres, que hoy podemos ver en las inmediaciones de la iglesia de San Mateo y que fue la vivienda de la familia de Sancho Sánchez de Ulloa. Cuenta con un patio interior que distribuye las distintas dependencias palaciegas, en una de las cuales se encuentran pinturas murales de Juan de Ribera. En una de las salas a la que se accede desde el patio central nos encontramos con varios frescos que decoran una estancia en planta rectangular. El programa iconográfico que se plantea en él ha sido estudiado y publicado por el profesor Pizarro Gómez, que ha considerado que se trata de un programa dedicado a los “Siete Planetas”, de acuerdo con grabados que circulaban en el último tercio del siglo XVI. En estos frescos, el profesor Pizarro ha identificado a Saturno devorando a uno de sus hijos y sentado en un carro triunfal tirado por dragones.
La iglesia de San Miguel Arcángel de Portaje nos ofrece dos conjuntos pictóricos interesantes que decoran las dos bóvedas de arista de la capilla mayor. Las cubiertas de los dos tramos están decoradas con obras pictóricas de Juan de Ribera, que exhiben en sus claves los anagramas de la Virgen María y Jesucristo, respectivamente. Estas pinturas fueron realizadas en el año 1557, se distribuyen en dos grupos de seis imágenes en torno a un círculo que ocupa la clave de la bóveda.
En la población de Mata de Alcántara, próxima a la villa de Alcántara, se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, obra de inicios del XVI. En el lado de la Epístola existe un marco-hornacina con detalles decorativos rococós y relieves pasionistas del siglo XVIII. Sus puertas tienen practicada una silueta que permite ver en el centro a un Crucificado del siglo XVIII, representación de un Calvario y, junto a él, en madera policromada y estofada, se halla escrito: “Este altar se hizo de limosna… el año de M Y DL XXX V (1585). JN. RIBERA PINTOR.”
En la iglesia parroquial de Santiago de Villa del Rey, próxima a Alcántara, se conservan pinturas murales detrás del retablo mayor, de estilo clasicista, quizá debidas a Juan de Ribera que, en 1585, trabaja en Mata de Alcántara. La pintura que representa a Santiago Matamoros guarda similitudes formales con las obras fechadas.
La iglesia parroquial de San Andrés de Torrejoncillo, que data del siglo XVI, tiene un retablo barro del XVIII, bajo el que se oculta una hornacina y unos frescos del siglo XVI, de Juan de Ribera. En la sacristía se encuentran dos escenas pictóricas del mismo, resguardadas bajo os arcos de medio punto. Los Libros de Cuentas de la parroquia recogen varios pagos al pintor durante los años 1579, 1580 y 1585.
La iglesia de Santiago Apóstol de Garrovillas de Alconétar, construida en el siglo XV, conserva pinturas murales de Juan de Ribera del último tercio del XVI. La pintura mural muestra un momento de la Crucifixión, probablemente centrado en el Calvario.
La ermita de San Benito de Cáceres se construyó junto a los restos de un antiguo convento benedictino, a 5 kilómetros de la ciudad, que correspondió a la jurisdicción de la parroquia de san Mateo hasta que el 3 de junio de 1886 se construyó el templo de san Eugenio, en Aldea Moret. De los bienes muebles existentes en la ermita, obra del siglo XVI, el investigador Alonso Corrales considera que la imagen de san Benito es la que se conserva en san Eugenio. En su interior se conservan algunas pinturas murales al fresco atribuibles a Juan de Ribera, con las representaciones de la estigmatización de San Francisco; Llanto ante Cristo muerto y San Cristóbal con el Niño Jesús. El edificio, situado junto a la urbanización Ceres Golf, fue restaurado por la Escuela-Taller de Cáceres entre 2007 y 2010 y pertenece a la parroquia de San Eugenio de Aldea Moret.
Finalmente, hemos de destacar las pinturas murales en el número 30 de la calle Barrionuevo de Cáceres, un edificio de dos plantas sin ningún elemento reseñable en la fachada. En el vestíbulo o zaguán, aparece una decoración pictórica interesante. Se aprecia supuestamente a San Alejo, un santo que vivió en el siglo V.
Félix Pinero
Académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes