Félix Pineo

Las sillas vacías en la mesa de Nochebuena

Todo el año separados y ahora, en Nochebuena, caminamos al encuentro de los nuestros: de la ciudad al pueblo, del pueblo a la ciudad. Nadie puede estar solo en Nochebuena, ni siquiera los que este año han perdido algunos seres con quienes compartieren durante años su vida.