El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que el pasado mes de noviembre pidió el cese de los responsables del escándalo del tren extremeño, ha dicho ahora que los problemas no se arreglan con dimisiones, sino con actuaciones.
En apenas tres meses, el jefe del Ejecutivo extremeño ha pasado de exigir responsabilidades políticas por la sucesión de averías, retrasos e incidencias en los trenes extremeños, a suavizar su discurso y pedir una solución a los problemas que continúan produciéndose.
El pasado mes de noviembre, Vara exigió responsabilidades cuando Renfe sustituyó un Alvia por un media distancia en el trayecto Madrid-Badajoz, sin asientos suficientes para todos los billetes vendidos. En la estación Madrid-Chamartín no se presentó el maquinista del Alvia y Renfe no disponía de otro conductor habilitado para ese tipo de tren, por lo que la compañía optó por poner un media distancia que no disponía de asientos suficientes.
Sin embargo ahora asegura que "esto no se resuelve porque alguien dimita; me preocupan más los compromisos”. El presidente extremeño se ha pronunciado de este modo en Cáceres, tras la firma de un convenio sobre vivienda con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que este jueves ha visitado la región. Vara dice ahora que "las cosas son mucho más serias y yo no quiero dimisiones, quiero actuaciones”.
También ha indicado que el Gobierno tiene que demostrar que tiene un compromiso real con esta región y ha puesto en duda que el hecho de que se produzcan dimisiones vaya a suponer que se cumplan esos compromisos. Asimismo ha justificado lo sucedido haciendo una comparativa con lo que, bajo su punto de vista, sucedía anteriormente, y ha dicho que "hasta hace apenas cinco años nadie sabía de Extremadura ni estaba pendiente de nosotros” y ahora así.
