En Plasencia piensan que la llegada de un nuevo Alvia, que descartaron en Asturias y Galicia,  no va a suponer una gran mejoría, debido a que este tren no llegará a entrar en la estación de la ciudad, al igual que el anterior. Los placentinos tienen que desplazarse hasta Monfragüe.

Hace unos días, Renfe confirmaba a autoridades y asociaciones de Plasencia, que este  Alvia que llega del norte de España, no entraría en la ciudad. El motivo es que esa parada retrasaría en exceso el trayecto entre Madrid y Badajoz, por lo que se mantiene la parada más cercana, en la estación de Monfragüe.

Una estación hasta la que Renfe envía autobuses desde esta ciudad. Una situación que supone un trastorno para los usuarios porque o bien tienen que hacer uso del autobús o tienen que depender de alguien que les acerque en un vehículo particular.

En este sentido y, como informó Radio Interior, Renfe ha aparcado desde este lunes el servicio Intercity que conectaba diariamente Madrid y Badajoz en ambos sentidos para poner en marcha el segundo Alvia que circulará por Extremadura, un tren Talgo híbrido de la serie S-730 de segunda mano conocido en el argot ferroviario como Frankenstein.

El nuevo tren iba a entrar en funcionamiento en esta región este domingo, pero las obras que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) está llevando a cabo en Mérida ha obligado a retrasar su puesta de largo un día más.

A partir de ahora, los viajeros que utilicen el servicio ferroviario en esta comunidad autónoma lo harán en uno de los trenes descartados en Asturias y Galicia, que el pasado mes de abril recibieron nuevos vehículos de la serie 106.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, reconoció el pasado 15 de abril que la llegada de nuevos trenes a Galicia y Asturias permitiría a estas dos comunidades autónomas disponer de “la flota más moderna de Europa” y “reubicar material para proporcionar mejores servicios en otros territorios”.

El nuevo tren de la serie S-730 que circula desde este lunes por Extremadura se estrenó en junio de 2012. Se trata del primer híbrido de la compañía, con tecnología de tracción tanto diesel como eléctrica. Pueden llegar a una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora por vías de alta velocidad y a 220 en vías convencionales electrificadas, y alcanzar como máximo 180 kilómetros por hora en vías convencionales sin electrificar, según Renfe.

A falta de AVE, el S-730 que llega a esta comunidad autónoma desde el norte de España será el segundo Alvia que permitirá conectar a diario Madrid y Badajoz, lo que le permitirá a Renfe ofrecer en la línea de Extremadura 184 servicios y 35.870 plazas semanales.

La compañía asegura que el viajero dispondrá de “mayor fiabilidad y confort” en un vehículo que incrementará en 600 el número de plazas semanales. El tren tiene 216 plazas en clase Turista, 46 plazas en preferente y un coche cafetería.

Con el segundo Frankenstein en circulación en Extremadura, Renfe da por concluido lo que ha dado en denominar el plan alternativo de transporte por carretera que se vio obligada a poner en marcha en varios tramos de la región con motivo de las obras que está ejecutando Adif.

Los billetes para viajar en el Alvia y en el resto de servicios de la línea de Extremadura ya se pueden adquirir en los canales habituales de venta.