La iglesia de Malpartida de Cáceres será declarada Bien de Interés Cultural
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es ejemplo de la arquitectura eclesiástica renacentista extremeña, y en ella se fusionan elementos góticos con elementos renacentistas.
El Diario Oficial de Extremadura ha publicado la resolución de la consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes por la que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural a favor de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, en la localidad de Malpartida de Cáceres, con la categoría de Monumento.
Según se recoge en el expediente que acompaña a esta incoación, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es ejemplo de la arquitectura eclesiástica renacentista extremeña, y en ella se fusionan elementos góticos con elementos renacentistas.
Destacan la portada oeste de estilo plateresco y el retablo de estilo rococó que alberga en su interior, con una imagen de gran realismo realizada por el escultor sevillano Salvador Carmona. La construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se inició el 2 de julio de 1528 por un grupo de canteros de la familia Moreno y se culminaría en 1565 con la firma de Sebastián Aguirre.
La iglesia parroquial de Malpartida de Cáceres está realizada en piedra de cantería y presenta una sola nave con tres tramos cubiertos con bóveda de crucería y cabecera cuadrada con testero plano. En el muro sur, sobresale la sacristía y en el lado norte, entre la capilla mayor y la nave principal, la capilla bautismal. El elemento más significativo del edificio sería la portada principal, de rica estética renacentista, propia del segundo tercio del siglo XVI y atribuida a Sebastián de Aguirre.
Esta portada plateresca, labrada con granito de la zona, se abre con un arco de medio punto, suavemente moldurado hasta las jambas y enmarcado por dos columnas jónicas. Por otro lado, está la portada sur o 'puerta chica', ligeramente apuntada y remarcada por dos pequeños baquetones con molduras góticas en basa y capitel, con la entrecalle decorada con flores cuadrifolias.
En el muro norte, se sitúa una pequeña capilla dedicada a la Virgen del Carmen, realizada en 1899, según se indica en la reja, cuyo espacio albergó con anterioridad el osario, construido a principios del siglo XVIII. En el interior de esta capilla, se alza la imagen de la Virgen del Carmen dentro de una hornacina de madera acristalada, encuadrada en una moldura de arco apuntado y bajo esta un altar de piedra.
Cabe reseñar la arquitectura de la torre campanario, que por sus elementos decorativos habría sido construida en el último cuarto del siglo XV, mientras que la escalinata y el pretil serían del XVIII. La iglesia alberga varios retablos, todos del siglo XVIII y restaurados en 1998, siendo muy similares los retablos laterales, de dos cuerpos, con pilastras y columnas profusamente decoradas, con la presencia de las columnas salomónicas, tan características del Barroco, en algunos de ellos.
Así, cabe reseñar el Retablo mayor; el de Nuestra Señora del Rosario; el Retablo de las Ánimas; el Retablo del Cristo Yacente o de la Desenclavación o de los Guardadores y el Retablo del Nazareno, ubicado en los pies del templo y que presenta la pieza más destacable del edificio: la talla de madera policromada de Jesús Nazareno, de Luis Salvador Carmona, de la escuela barroca sevillana y que aúna la estética del Barroco con la del Neoclasicismo.