La Guardia Civil ha detenido a dos menores de edad, uno de ellos en Plasencia, acusados de la comisión de delitos de terrorismo, en concreto por la supuesta difusión de material propagandístico de la organización terrorista  DAESH, con la que se incitaba a la captación y a la comisión de atentados.

La operación, dirigida por la Fiscalía de Menores y el Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional, se inició gracias a una investigación que ha permitido determinar que, aparte de autoadoctrinarse, ambos menores ejercían una actividad de colaboración con la estrategia diseñada por la organización terrorista de DAESH.

En este sentido, los agentes han podido constatar que ambos menores pasaron de consumir y difundir material terrorista online, a convertirse en actores autónomos y descentralizados al haber creado entidades mediáticas propias de contenido terrorista de corte yihadista, identificables por un “logo” que emulaba a los utilizados por la organización terrorista DAESH.

A parte de la administración de perfiles en redes sociales utilizadas por menores de edad, como novedad, se ha detectado el empleo de servidores en plataformas utilizadas para comunicaciones en el mundo de los videojuegos con la finalidad de emplearlos para el adoctrinamiento terrorista a terceros.

Entre los materiales difundidos por los menores destaca el juramento de fidelidad realizado por el autor del ataque terrorista ocurrido en Bruselas el pasado 16 de octubre, en el que murieron asesinados dos ciudadanos suecos.

En la actualidad, tanto en España como en Europa se ha detectado un aumento de las investigaciones sobre menores de edad en el contexto del terrorismo de corte yihadista, constituyendo la nueva realidad de los «nativos digitales» radicalizados uno de los fenómenos emergentes a nivel global en el ámbito del yihadismo.

Tras haber sido puestos a disposición judicial, se ha decretado el internamiento en régimen cerrado de ambos menores. La operación ha sido desarrollada por el Servicio de Información de la Guardia Civil.

En la foto de archivo, agente de la Guardia Civil en una operación.