El calor disminuye el apetito, pero no los riesgos nutricionales
Según un reciente estudio, las altas temperaturas pueden llevar a preferir comidas más ligeras y reducir las porciones, lo que puede resultar en una alimentación desequilibrada.
A pesar de que la sensación de hambre disminuye con el calor, los expertos advierten sobre los riesgos de una ingesta insuficiente de nutrientes. Según un reciente estudio, las altas temperaturas pueden llevar a preferir comidas más ligeras y reducir las porciones, lo que puede resultar en una alimentación desequilibrada, especialmente en grupos vulnerables como niños, adultos mayores y embarazadas.
Nuria Cañas Cano, nutricionista de Blua de Sanitas, explica que la disminución del apetito se debe a mecanismos de termorregulación del cuerpo, como la sudoración y la redistribución de la sangre, que pueden generar una falsa sensación de saciedad. Sin embargo, esta disminución no significa que el cuerpo no necesite nutrientes esenciales.
El último pronóstico de Copernicus, servicio meteorológico de la Unión Europea, indica que este verano será más cálido de lo normal en gran parte de España, lo que agravará esta situación. La nutricionista advierte que una alimentación inadecuada durante los meses de calor puede tener consecuencias negativas para la salud.
Para hacer frente a estos desafíos, los expertos recomiendan consumir alimentos frescos y ligeros. Frutas, verduras, ensaladas y sopas frías son ideales para mantener una hidratación adecuada y aportar los nutrientes necesarios. También realizar comidas pequeñas y frecuentes. Esto facilita la digestión y evita la sensación de pesadez.
Por otro lado, es importante evitar comidas calientes y copiosas. Podemos optar por alimentos frescos y ligeros ayudará a regular la temperatura corporal. Además, hay que mantener una buena hidratación.Beber agua, infusiones frías y zumos naturales es fundamental para compensar las pérdidas por sudoración.