El Ayuntamiento de Mérida está llevando a cabo una serie de medidas y trabajos en la red de alcantarillado del municipio para garantizar su óptimo funcionamiento y evitar inundaciones ante las lluvias que se avecinan.

En la última actuación se han limpiado 870 imbornales y más de 14,3 kilómetros de redes de saneamiento, de los que se han extraído más de 9 toneladas de residuos, de los cuales, 1.700 kilos corresponden a toallitas.

A lo largo del año, la empresa concesionaria del Servicio Municipal de Aguas, Aqualia, ha preparado la red de saneamiento municipal, limpiando más 147 kilómetros de red y más de 6400 imbornales, de los que se han extraído más de 64 toneladas de residuos.

Hasta la fecha, se han eliminado alrededor de 50 atascos, de los cuales el 98% estaban relacionados con toallitas y trapos, mientras que en cuanto a las obras realizadas, se ha llevado a cabo la reparación de más de 30 pozos y el descubrimiento de más de 18 pozos ocultos con aglomerado, que dificultaban las tareas de mantenimiento.

Además, según señala el consistorio, durante mayo y junio se construyeron aproximadamente 200 metros de saneamiento nuevo en el barrio de San Andrés, además de 6 pozos de registro y un aliviadero, y en agosto, se construyó una nueva red de unos 20 metros y 2 pozos de registro en la calle Pintor Luis de Morales, "solucionando una problemática histórica en la zona, donde la antigua red estaba anulada y provocaba numerosos incidentes durante episodios de lluvia", explica.

Además, se han reformado o reparado más de 60 imbornales en toda la ciudad, para asegurar un correcto desagua durante la temporada de precipitaciones.

En cuanto a los métodos de limpieza, se ha utilizado un equipo de presión y lanza para inyectar agua a presión en los imbornales, recogiendo los residuos mediante un mangote de succión que los extrae hasta la cuba de almacenaje del camión.

Así, y dependiendo del estado de la red y de sus características, se han empleado diferentes toberas para trabajar junto con el equipo de presión.