El secretario general de Desarrollo Sostenible, Coordinación y Planificación Hídrica, Víctor del Moral, ha visitado las obras de mejora de infraestructuras hidráulicas que la Junta de Extremadura está ejecutando en los municipios de Trujillanos y la pedanía de Docenario (Zalamea de la Serena), con una inversión total de 1,901 millones de euros.

En el caso de Trujillanos, municipio pacense de casi 2.000 habitantes, se está construyendo una nueva estación depuradora de aguas residuales con un presupuesto de 1,79 millones de euros. La antigua depuradora, construida a finales de los años 90, llevaba años fuera de servicio por no cumplir con los actuales estándares de calidad, provocando vertidos sin el tratamiento adecuado al río Albarregas.

La nueva instalación incluirá emisarios para el transporte y salida del agua, y un sistema de depuración basado en biodiscos. El proceso comienza con un pretratamiento del agua mediante desbaste, desarenado y desengrasado, seguido de una decantación-digestión, tratamiento biológico con biodiscos y una última decantación gravitatoria antes del vertido final.

Los lodos generados serán tratados mediante un espesador estático, deshidratados en una centrífuga y almacenados para su traslado a un vertedero controlado.

Además, las obras contemplan la adecuación del camino de acceso, instalación eléctrica, sistema de control, medidas de seguridad y salud, así como la gestión ambiental y de residuos. 

Los trabajos comenzaron en octubre de 2024 y se prevé su finalización en 15 meses, a los que se sumarán otros 12 meses para la puesta en marcha de la planta.

En paralelo, la Junta destina 110.800 euros a la mejora del sistema de abastecimiento de agua en la pedanía de Docenario, que cuenta con 50 habitantes censados pero sufre incrementos poblacionales en fines de semana y vacaciones. 

La actual conducción de fibrocemento, de más de 30 años y 1.000 metros de longitud, se encuentra en mal estado, provocando cortes frecuentes en el suministro.

La actuación consiste en la sustitución de la antigua conducción por una nueva de polietileno de alta densidad, de 90 mm de diámetro y resistencia a 16 atmósferas de presión, así como la instalación de un sistema de poscloración y regulación del pH del agua. Las obras comenzaron en febrero de 2025 y concluirán en un plazo estimado de cuatro meses.