Esta es la historia de supervivencia que impulsa la esperanza del lince ibérico en Extremadura

Linces rescatados tras la muerte de su madre
Esta es la historia de supervivencia que impulsa la esperanza del lince ibérico en Extremadura

La historia de Wolf, Wonder y Wendy, los tres cachorros de lince ibérico encontrados en Navalmoral de la Mata tras la muerte de su madre es ya un nuevo capítulo esperanzador para la conservación de esta especie tan emblemática de Extremadura.

La historia de Wolf, Wonder y Wendy, los tres cachorros de lince ibérico encontrados en Navalmoral de la Mata tras la muerte de su madre es ya un nuevo capítulo esperanzador para la conservación de esta especie tan emblemática de Extremadura.

“O se les encontraba en 48 horas o estaban muertos”, afirmaron los responsables del operativo, que destacaron la dificultad y la sensibilidad del proceso de rescate.

Los pequeños linces, de apenas 18 días de vida, fueron localizados gracias a una búsqueda complicada. “Íbamos en total silencio para escuchar a los cachorros y conseguimos encontrarlos. Desde ese momento, comenzó una intensa carrera contrarreloj para asegurar su supervivencia sin comprometer su instinto salvaje”, explicó María Jesús Palacios, directora de los Programas de Conservación en una entrevista en Radio Interior.

El protocolo fue claro desde el principio, el objetivo es tener interacción mínima con los humanos, alimentación por biberón cada dos horas, durante cinco veces al día, y un manejo como si fueran recién nacidos humanos. “No podíamos estar más de cinco minutos con cada uno de ellos. Durante los primeros 15 días, los cachorros permanecieron en incubadoras para garantizar las condiciones óptimas”, añadió.

Otro de los objetivos fundamentales ha sido evitar que se impregnen del contacto humano. “Tenemos que conseguir que esos cachorros vuelvan a la naturaleza. Para ello, el equipo ha iniciado una transición alimentaria que incluye carne con pelo de conejo, su presa natural. Tienen que identificar que la carne que han estado comiendo es lo que luego tienen que cazar en la naturaleza”, afirmó Palacios.

Recientemente, se ha introducido al hábitat controlado una hembra adulta capturada en el Parque Nacional de Monfragüe, llamada Flora, que ha mostrado buena interacción con los cachorros. “Ya solo comen carne y el hermano más fuerte ha gruñido a los humanos, lo que es una muy buena señal ya que conservan su carácter salvaje”, comentó en la entrevista.

La previsión que tienen es que los linces puedan ser liberados este verano, radiomarcados, para seguir su adaptación y comportamiento en libertad. “Ha sido un acto maravilloso. Hay poca experiencia en este tipo de intervenciones y este proceso va a servir para seguir recuperando al lince ibérico en Extremadura”, finalizó la directora.

 

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