Se trata de una medida que persigue atenuar la subida impuesta por el Gobierno de España y hacer una rebaja en el recibo del IBI que minore la presión fiscal de los vecinos de la ciudad.
El plazo de ejecución de la obra es de 40 meses y pese a haberse cumplido prácticamente la mitad del período, la inversión realizada desde febrero de 2022 ha ascendido tan solo a 2 millones.