Durante las fiestas de La Borrasca, Ceclavín es un ejemplo de buena mesa y de gastronomía. No faltan los productos locales y recetas tradicionales que conquistan los paladares más exigentes.
La zambomba encuentra sus raíces en el siglo XVIII, combina el cante, el baile y el toque flamenco en torno a los villancicos tradicionales de la Navidad, acompañados del característico instrumento que da nombre al evento: la zambomba.
Se exhiben 167 figuras humanas, 35 de ellas articuladas o en movimiento y 132 figuras de animales. Entre las novedades de este año aparecen algunos pastores, la escena de una abuela con sus nietos o la figura que representa a un empalao de Valverde de la Vera.
Se trata de una acción enmarcada en el Mercado Tradicional Extremeño que, cada verano, organiza esta asociación para recaudar fondos que contribuyan a la conservación del patrimonio y que se celebra por las calles contiguas al Museo.