La Unión Extremadura ha denunciado la precaria situación de los viticultores extremeños, a pesar de que la región se posiciona como la segunda mayor productora de uva para vinificación en España. Con más de 79.000 hectáreas dedicadas a este cultivo y una producción anual que supera las 388.000 toneladas, la viticultura extremeña es un pilar fundamental para la economía de numerosos municipios.

Sin embargo, la rentabilidad del sector se encuentra en peligro debido a los bajos precios que reciben los agricultores por su cosecha. A pesar de la excelente calidad de la uva producida en esta campaña, los costes de producción, estimados en alrededor de 0,58 euros por kilogramo, no están siendo cubiertos por los precios pagados por las bodegas.

La Unión Extremadura ha recordado la importancia de la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria para garantizar precios justos y evitar prácticas desleales en el sector. La organización ha anunciado que estará vigilante para asegurar que se cumpla esta normativa y no dudará en presentar las denuncias correspondientes ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) en caso de incumplimiento.

Los viticultores extremeños reclaman un mayor reconocimiento de su labor y una distribución más equitativa de los beneficios a lo largo de toda la cadena de valor, desde el productor hasta el consumidor final.