La sede de la Policía Nacional ubicada en la Plaza Alta de Badajoz ha cerrado sus puertas, en una decisión adoptada por motivos operativos por parte del propio cuerpo policial. 

La medida, defendida por la Delegación del Gobierno en Extremadura como una reorganización de recursos para mejorar la eficacia en las labores de vigilancia, ha sido recibida con críticas por parte del alcalde de la ciudad, Ignacio Gragera, quien considera que esta presencia era clave para la seguridad del casco antiguo.

Desde la Policía Nacional se argumenta que el cierre permitirá liberar personal para reforzar patrullas en la calle, especialmente en el centro histórico. 

Según han señalado fuentes del cuerpo, la sede de la Plaza Alta no funcionaba como una comisaría al uso y apenas contaba con un agente destinado, sin prestar atención directa al ciudadano. La reestructuración permitiría, según esta visión, optimizar la presencia policial donde realmente se necesita.

El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha respaldado esta reorganización asegurando que se trata de una "decisión técnica" adoptada por profesionales conocedores de las necesidades operativas de la ciudad. 

Además, ha recordado que los datos de criminalidad en Badajoz han mejorado en 2024 respecto al año anterior, y que el casco antiguo es una zona “objetivamente segura”.

Por su parte, el alcalde Gragera ha expresado su desacuerdo con el cierre, alegando que la presencia física de agentes en zonas clave como el centro histórico tiene un efecto disuasorio frente a la delincuencia y transmite una mayor sensación de seguridad a los vecinos. 

Aunque reconoce que los índices delictivos son bajos, insiste en que el mantenimiento de esta sede contribuía de forma tangible a la tranquilidad de la ciudadanía.

Ambas administraciones coinciden en la necesidad de reforzar la coordinación entre Policía Nacional y Policía Local, y avanzan en la elaboración del nuevo Plan de Seguridad de Badajoz. 

Este plan busca establecer protocolos de actuación ante distintas situaciones de emergencia o criminalidad para mejorar la capacidad de respuesta y eficiencia de los cuerpos de seguridad.