Todo el año separados y ahora, en Nochebuena, caminamos al encuentro de los nuestros: de la ciudad al pueblo, del pueblo a la ciudad. Nadie puede estar solo en Nochebuena, ni siquiera los que este año han perdido algunos seres con quienes compartieren durante años su vida.
Al perder facultades, al estar llenos de achaques, la vejez podría convertirse en una edad cruel, si les falta a estas personas, en dicho rango de edad, el cariño y la comprensión de los jóvenes, nombrados estos en toda su extensa generalidad.
La jornada estará dinamizada por varios talleres, de activación mental, manualidades, globoflexia y pintacaras.
En el mercado se podrán encontrar productos típicos de la época como miel, quesos, dulces artesanales o bisutería.