La balsa se encuentra en situación irregular, y a pesar de los numerosos requerimientos que se hicieron durante casi tres décadas, ninguno de los presidentes extremeños se encargó de dar respuesta a las deficiencias que les pusieron encima de la mesa.
La Junta de Extremadura necesita esclarecer las causas del suceso, dirimir de quién es la responsabilidad, así como la evaluación de los daños provocados y los informes de los seguros privados.