Angelines, ejemplo de fuerza y esperanza en su recuperación en el hospital Casaverde de Mérida
Angelines fue operada y perdió la movilidad en las piernas. Sin embargo, ha logrado ponerse en pie por primera vez desde la operación, un avance que muchos califican de milagroso y que alimenta la esperanza de una recuperación completa.
A sus 80 años, Angelines se ha convertido en símbolo de lucha y superación en el hospital Casaverde de Mérida, donde avanza con esperanza en su proceso de rehabilitación tras una grave lesión en la columna que la dejó sin movilidad en las piernas.
Durante meses, Angelines convivió con fuertes dolores que se atribuían a la artrosis, hasta que un agravamiento repentino obligó a una intervención de urgencia. La operación le salvó la vida, pero la dejó postrada en una silla de ruedas, enfrentándose a un nuevo y difícil comienzo.
Su ingreso en el hospital Casaverde a finales de enero marcó un punto de inflexión. Allí encontró un entorno especializado en rehabilitación física y neurológica, que le devolvió la esperanza. Pero más allá de la tecnología y las instalaciones, ha sido el trato humano el que ha marcado la diferencia, según afirma Angelines.
A su lado ha estado en todo momento Galo, su marido y cuidador incansable, que no ha dejado de acompañarla ni un solo día. “Ver cómo avanza, cómo se esfuerza por recuperar su vida, es emocionante. Es una mujer fuerte, siempre lo ha sido”, afirma.
La historia de Angelines se convirtió en noticia la semana pasada gracias al gesto de su sobrino, el actor Alberto Amarilla, quien le dedicó unas sentidas palabras durante su participación en el programa Pasapalabra, generando una ola de cariño en redes sociales. “Mi tía es una luchadora, verla de pie otra vez es un milagro y una inspiración”, expresó el actor, visiblemente emocionado.
El personal del hospital, emocionado también por el reconocimiento, destaca la actitud positiva de Angelines y su constancia. “Es una paciente ejemplar. Su evolución es fruto de su coraje y del entorno de cuidados que la rodea”, señala Miriam, una de sus terapeutas.
Angelines ha logrado ponerse en pie por primera vez desde la operación, un avance que muchos califican de milagroso y que alimenta la esperanza de una recuperación completa. Como resume el propio Alberto: “El hospital Casaverde le ha dado lo más importante: espacio, tiempo y dignidad. Y con eso, ella florece”.