Manuel Rivas explicó que la muestra es un ejemplo de superación, de cómo sus cuadros y la pintura le ayudan a afrontar una enfermedad degenerativa e incurable que afecta al equilibrio y a la audición.
Esta exposición reúne obras creadas en el taller “Pinceladas de calma” de la propia asociación, un espacio creativo y terapéutico donde personas con cáncer y sus familiares han explorado el mundo de la pintura por primera vez.
Los trabajos consistirán en el acondicionamiento y la pintura de ocho pistas polideportivas repartidas entre las barriadas de Puente San Francisco, Los Castellanos, La Madrila y Espíritu Santo.
El límite horario en estas plazas de aparcamiento rotatorio será de máximo 2 horas.
El segundo premio fue para Pedro Cebrián, dotado de 700 euros en metálico y diploma.
El proyecto ofrece a los participantes formación en las especialidades de jardinería y pintura, además de competencias digitales transversales